Puntos turísticos y lugares recomendables para visitar ( parte nº 2)

Publicado en por Alejandro Barber

Siguiendo el pedemonte al sur de San Miguel de Tucumán, entre ciudades pujantes y fértiles cañaverales. Pasando por viejo pueblo de San Pablo de Lules se visita la antigua hacienda donde los jesuitas procesaron por vez primera caña de azucar.



Circuito Sur
 
                     

Siguiendo el pedemonte al sur de San Miguel de Tucumán, este recorrido nos lleva por ciudades pujantes y fértiles cañaverales. Partiendo de la capital tucumana por RP 301, a 22 km al sur se encuentra la localidad de Lules, donde se recomienda visitar las Ruinas de San José de Lules, testimonio de la época de la conquista española. Unos kilómetros más adelante, podemos detenernos en el Santuario de la Reducción, donde cada 8 de diciembre se venera a la Virgen del Valle.

Continuando hacia el sur ya en la RN 38 llegamos a la ciudad de Concepción, segunda en importancia de la provincia. La Plaza Mitre, plaza principal, fue bautizada en junio de 1.901, es centro neurálgico de todo el acontecer social y cultural. Un ingenio azucarero y la intensa actividad agrícola (papera, citrícola, hortalizas) son las principales actividades productivas de la zona.

Desde RP 365 arribamos a la localidad de Alpachiri, punto de partida para visitar las Ruinas de la Ciudacita (4.200 m.s.n.m.) ubicadas en el Parque Nacional Los Alisos, dotado de una singular belleza natural. Desde Alpachiri por RP 365 al oeste encontramos la zona denominada Cochuna, ideal para la práctica del senderismo y actividades recreativas al aire libre.

Otro punto de este circuito para ser visitado es Simoca, retomando por RN 38 al norte llegamos a la RP 326, tomando ésta hacia el este, al llegar a la intersección de la RN 157, nos encontramos con esta localidad conocida como la “Capital Nacional del Sulky”. Es famosa por la tradicional feria, que se realiza cada sábado, donde se ofrecen los más diversos productos como comidas regionales, artesanías, miel de caña, tabletas, pastel de novia, empanadillas, rosquetes, hasta artículos importados y cigarrillos en chalas. La feria sabatina es homenajeada con la Fiesta Nacional de la Feria durante cuatro sábados consecutivos en julio.

Por RN 157 hacia el norte, retornamos a la ciudad capital para finalizar el circuito.



Circuito Valle de Choromoros :

                                                         Paseo colmado de paisajes de llamativa fisonomía, abre las puertas a un valle rodeado de cerros, ríos y parajes intermontanos con clima moderado, donde las antiguas estancias nos rememoran a los primeros encomenderos. Excursiones a caballo, a pie o en bicicleta nos trasladan por senderos a puntos panorámicos donde obtendremos excelentes vistas de sus paisajes, como así también las huellas del pasado precolombino.


Recorrido:


                  Por Ruta 9 hacia el norte, luego de recorrer 20 km se puede desviar para visitar El Cadillal y el viaducto de El Saladillo. Si bien pertenecen al denominado circuito de las Yungas son dos atractivos de singular belleza e importancia que se recomiendan conocer.

El Cadillal es una apacible villa con calles en declive a metros del dique homónimo donde se pueden realizar actividades náuticas y pescar en el marco de un encantador paisaje.

El viaducto el Saladillo constituye una obra magnífica de la ingeniería, que se inauguró en el año 1.884. Única en su tipo, lo que justificó que se lo designe Monumento Histórico Nacional en el año 1.999.

Continuando por Ruta 9 y a 75 km de San Miguel de Tucumán llegamos a la ciudad de Trancas, poblado que nació hacía el año 1.600 en un paraje cercano que hoy se conoce como Villa Vieja. Hacia 1781 el sitio se constituyó en un centro estratégico para la defensa del norte. Así, este pueblo se convirtió en escenario de algunos de los hechos más resonantes de nuestra independencia, ya que fue en el año 1816 cuando el Gral. Manuel Belgrano  retoma el mando del Ejercito del Norte, en reemplazo del Gral. José Rondeau.


Cuando llegó el ferrocarril hacia 1.900, la población se traslada 2 km al sudoeste a su actual emplazamiento. De la Villa Vieja quedó como testimonio el Templo del Sagrado Corazón,
que data del año 1.760 y fue testigo de importantes hechos históricos. Al norte de Trancas, apenas a 6 km, encontramos el "Pozo del Pescado",  fuente milagrosa que recuerda el paso de San Francisco Solano por ese lugar.

A 24 km al oeste de Trancas se encuentra San Pedro del Colalao,  villa turística extendida a lo largo de un angosto valle a 1.100 m.s.n.m, y  bordeada por dos ríos típicos de montaña: el Tipa y el Tacanas.


La plaza central Leocadio Paz, está enmarcada por antiguas casonas de fines del siglo XIX, de sobrias líneas del clasicismo italianizante. Su añosa arboleda de tipas y flores de estación junto a la Iglesía de San Pedro, el Museo y la Biblioteca Juan Bautista Alberdi y la Comuna, entre otros edificios se destacan en el entorno.
Todos los años en el mes de febrero se realiza la representación del Milagro de Lourdes en la Gruta de Lourdes, réplica de la original francesa, ubicada a la entrada de la villa.

Otro atractivo de importancia es la Reserva Fitozoológica Dr. Carlos Pellegrini, de 400 ha y donde habitan más de 150 especies entre exóticas y autóctonas.
El gran valor arqueológico de la zona se encuentra representado por la "Piedra Pintada" (petroglifo) y Tiu Cañada entre otros vestigios precolombinos.

Desde la Villa de San Pedro de Colalao se pueden realizar una variedad de excursiones a pie, a caballo o en bicicleta para visitar puntos de interés como Chulca, Puente del Indio, Laguna Escondida, entre otros.


Retomando el circuito, a 18 km al oeste de la villa de San Pedro, se encuentra Hualinchay,
pintoresco caserío rodeado de montañas, que lo convierten en un atractivo visual  de singular importancia. Desde esta localidad nace una huella que une esta región con la localidad de Colalao del Valle, excursión que puede ser realizada a pie o a caballo, y que se recomienda emprenderla en compañía de guías.


Hacia el sur por Ruta Provincial 311 y luego de empalmar Ruta provincial 312, se accede a Ruta Nacional 9. A lo largo de todo este trayecto se podrán apreciar hermosos valles colmados de naturaleza y vistas admirables, atravesando localidades como Gonzalo, Choromoro y estancias de la zona. Al acceder a la mencionada Ruta Nacional, en dirección sur se regresa a San Miguel de Tucumán.




Circuito Valles Calchaquíes :

                                                     Partiendo desde la Capital hacia el sur por RN 38, camino a los valles, se pueden visitar las Ruinas Jesuíticas de San José de Lules donde se conserva la capilla y el claustro. Tras recorrer 16 Km. se llega a Famaillá conocida por las típicas empanadas tucumanas. Continuando hasta Acheral se empalma con la RP 307, marcando así el ascenso a los valles. Miles de helechos capturarán la curiosidad del viajero, al igual que los grandes árboles. El camino se interna, de pronto, en la quebrada del río Los Sosa, que forma parte de la Reserva Natural Los Sosa, el mismo a poco de andar se hace de cornisa, con curvas cerradas. Allí ya la selva deslumbra e invita a detenerse, especialmente en la curva a la que se asoma el monumento El Indio.

Luego, en el lugar conocido como apeadero militar, la vegetación comienza nuevamente a perder densidad, con los alisos, sauces y pinos como protagonistas. La entrada al Valle de Tafí es simplemente bella. De forma oval, el valle se encuentra encerrado entre el cerro Muñoz y las cumbres del Mala Mala, y dividido por el río Tafí. En su centro reposa el embalse La Angostura, el cual forma parte de la Reserva Natural La Angostura
. En la margen sur del dique se halla la localidad de El Mollar, donde se encuentra la Resrva Arqueológica de los Menhires, que reúne más de un centenar de monolitos de piedra labrada realizados por la cultura Tafí. Vale la pena visitarlos y admirar sus grabados con figuras humanas, de felinos, con pinturas originales y algunos diseños fálicos. Tafí del Valle se encuentra a 2.000 metros de altura. Con sus 2.600 habitantes, es una villa típicamente turística, que conserva el Conjunto Jesuítico de La Banda
, cuya parte más antigua fue levantada por los jesuitas en la primera mitad del siglo XVIII. El museo arqueológico del interior del complejo posee piezas de las culturas Tafí y Santa María, además de imágenes y pinturas de la época virreinal. Junto a otras estancias jesuíticas, La Banda conforma un particular circuito rural, centro productivo del famoso queso tafinisto. La visita a los artesanos del lugar, las cabalgatas y las caminatas a través de largos recorridos por las cumbres de la zona, embellecidas con cascadas de hasta 70 metros de altura, son programas ideales para conocer el gran valle de Tafí.

Además, en las afueras del pueblo, la reserva arqueológica La Bolsa conserva restos prehispánicos, como sitios de cultivo, residencias y una aldea muy antigua.  La RP 307 se encarga de introducir al viajero a los Valles Calchaquíes por el sur, ascendiendo en pronunciado zigzag hasta el Abra del Infiernillo, a 3.042 m. s.n.m., desde donde se obtiene una vista sublime. Allí comienza el descenso, pero ahora las laderas comienzan a mostrar sus primeros cardones y, más adelante, el valle se manifiesta con su típica vegetación, salpicada de algarrobos, churquis, chañares y talas, además de sauces y álamos. Amaicha del Valle
es el siguiente punto de detención, para visitar la plaza y sus alrededores, y conocer algo más sobre la Fiesta de la Pachamama, que en la actualidad coincide con los festejos del Carnaval y está vinculada con los ritos relacionados a la fertilidad del ganado y de los cultivos. Luego de empalmar con la RN 40, las Ruinas de Quilmes
irrumpen a la izquierda. Fue uno de los más importantes asentamientos prehispánicos de los calchaquíes, que estuvieron allí desde el 800 d.C.

En el siglo XVII llegó a tener 3.000 habitantes en el área urbana y 10.000 en los alrededores. En la falda del cerro se advierten las reconstrucciones de la zona residencial, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa. Una serie de pasillos permiten la visita guiada del complejo, que fue el último bastión de la resistencia aborigen ante el avance español y que claudicó recién en 1667, tras lo cual 1.700 sobrevivientes fueron trasladados a pie hasta las proximidades de Buenos Aires (la actual ciudad de Quilmes), adonde llegaron apenas 400. En el museo del sitio se pueden ver piezas rescatadas de las excavaciones realizadas allí, y junto a él se encuentran una confitería y un hotel. La legendaria RN 40 se pierde en el valle rumbo a Cafayate, no sin antes pasar por Colalao del Valle
, en cuyas cercanías se encuentra El Pichao, un yacimiento arqueológico similar al de los Quilmes, aunque no tan restaurado.


Con esto terminarian los 5 circuitos disponibles que abarcan todos los puntos historicos y turísticos de la provincia de Tucumán.



( Para conocer la historia de cada uno de estos lugares diríjase hacia la sección páginas )

 

Etiquetado en Principal

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
C
El sitio es impresionante, me encantaron las vistas y todo esa naturalidad que desprende el aire cuando te sopla en la cara, es una sensación única
Responder